Maldición

Soñar maldiciones, blasfemias o malas palabras, pronunciadas o escuchadas por el soñante, insinúa que sabe o supone con algún fundamento que supuestas amistades hipócritas tratan de perjudicarlo.

Soñarse maldiciéndose a sí mismo insinúa que el futuro inmediato será adverso en muchos sentidos, seguramente por su culpa.

Soñarse insultado o maldecido por alguien indica que está rodeado de envidias principalmente por el éxito obtenido.

Obviamente, este tipo de sueños es consecuencia de algo muy molesto que se mueve en el subconsciente.

Soñarse juzgando por maldad a alguien insinúa que el soñante acostumbra prejuzgar a las personas a la ligera, por lo cual tiene frecuentes problemas.